De los proyectos más ambiciosos y constantes de todo el Valle de Guadalupe. Dirigida por Antonio Escalante y familia, con una producción de 19 etiquetas de la cual contamos con 14.
Ellos empezaron como agricultores de vegetales y como “hobbie”, el vino. Hoy en día acaban de estrenar bodega (la anterior les quedó corta), es del tamaño de 1 hectárea y se están preparando para construir una gigantesca sala de degustación. Tienen viñedos propios, aunque su producción es tan grande que compran mucha uva a diferentes productores. Es la bodega con los más altos estándares de limpieza que hemos conocido.